Honrar al Rey




"Todo lo que hagan, háganlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres, sabiendo que del Señor recibirán la recompensa de la herencia. Es a Cristo el Señor a quien sirven."


La única manera de que tu trabajo perdure en el tiempo, por pequeño que parezca, es honrando a alguien importante. Y cuanto más deberíamos pensar en esto nosotros, que servimos al Rey de reyes.


A menudo me pregunto, "¿Cómo puedo honrarte, Señor?" en un mundo caótico donde la productividad, la vanidad y el amor al dinero ocupan el primer lugar en el corazón de las personas.


Consideremos esta anécdota histórica: la historia de la zanahoria naranja tal y como la conocemos hoy. Su popularidad se debe a unos agricultores holandeses que querían rendir homenaje a su rey, Guillermo de Orange, tras lograr la independencia de los españoles. Al rey le agradó tanto este gesto —cultivar zanahorias del color de la familia real, el naranja— que promovió su popularidad en todo el reino y más allá. Así, lo que comenzó como un acto de honra se extendió por todo el mundo. Es curioso cómo un país tan pequeño está lleno de tanta historia.


Pero volvamos al tema principal. Podemos ver claramente que, sea cual sea tu trabajo, tu situación o tu país, lo que importa realmente al Señor es lo que haces con lo que tienes en tus manos. Puede ser algo tan grande como liberar a un pueblo o tan simple como sembrar zanahorias. Lo esencial es hacer lo que sea con excelencia y para honrar al Señor. De esta manera, estarás sembrando y cosechando, a su debido tiempo, un fruto eterno, no solo aquí en la tierra, sino también en nuestro hogar eterno.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Mas tercos que una burra

Menos de mi, más de ti